Hace 23 años estábamos abriendo por primera vez las estrellas y los misterios del Universo al público de Pamplona. No sabíamos muy bien cómo iba a funcionar todo, porque era fundamental conseguir enamorar a la gente de un proyecto tan inusual: un centro de cultura con mucha ciencia, un lugar donde los viajes imaginados se hacen reales, una ventana abierta a un mundo cambiante. ¿Engancharía el público en esa idea de totum revolutum que comentaba el mismo Walt Whitman en un poema que se escuchaba en la primera producción del Planetario de Pamplona, "Vía Láctea"?
Abro mi escotillón en la noche y veo constelaciones sembradas en el infinito.
Y todo cuanto veo se multiplica y se pierde más allá,
se liga con sistemas invisibles,
se extiende y se expande más allá.....
siempre más allá y más allá......(Walt Whitman, Canto a mi mismo, Hojas de hierba, 1885)
Parece que si, y con el tiempo fuimos trayendo ciencia, arte, sorpresas, entretenimiento y sobre todo una propuesta cultural muy pensada para la gente más menuda y para la gente más activa, y que el equipo del Pamplonetario (nombre temprano que nos regaló un buen amigo y gran divulgador científico, Manuel Toharia) fuimos encontrándonos con grandes cómplices, con instituciones que han apostado también por hacer del Planetario un ser si no vivo si bastante animado de actividad.
Por eso, para celebrar estos 23 años de trabajo, hemos elegido una imagen que muestra los 23 pares de cromosomas de una humana (¿sabes por qué es UNA y no UNO?¿Ves?, y tú decías que de ciencia no sabes nada...). Es una representación del lenguaje químico de la vida, de lo que nos hace humanos y a la vez nos acerca tantísimo al resto de los seres vivos. El orden y el aparente caos, y el conocimiento que nos ha ido permitiendo, a lo largo de la vida de este Planetario de Pamplona, descubrir novedades y contarlas a la gente.
Hace poco menos de un año el Planetario de Pamplona consiguió convencer a la gente de que podíamos llamar Cervantes a una estrella a la que se habían descubierto cuatro planetas (a quienes llamamos Quijote, Dulcinea, Sancho y Rocinante), y en unas semanas estrenaremos una nueva película de planetario para contar cómo son esos mundos lejanos. Hace unas semanas hemos participado en las Semanas de la Ciencia, nuestros talleres de ciencia y tecnología están cada vez más llenos de gente ilusionada por conocer y hacer en un mundo cambiante...
Tras completar 23 revoluciones en torno al Sol, seguimos con la lista de tareas pendientes llena, con la bolsa llena de ilusiones y con unos cuantos proyectos que esperamos os sorprendan. Este sábado 26 de noviembre, para cumplir 23 años, tendremos el teatro apasionado de un taller que llega a su quinta edición anual; sesiones en directo para conocer el cielo y vivir la experiencia de orbitar en la Estación Espacial, una charla de un gran matemático, robótica en familia y programas para los más peques también. Es siempre nuestra forma de celebrar los cumpleaños.
Con todas vosotras, con todos vosotros, haciendo cosas nuevas, conociendo el mundo. 23 años como 23 soles, o como los arbustos que dentro de poco comenzarán a componer "el jardín de la galaxia".