12/08/2014
Ya lo hemos comentado: este año tenemos demasiada Luna y el espectáculo veraniego por excelencia en nuestros cielos no será el mejor de los posibles. Sin ir más lejos, el año pasado, con novilunio (es decir, sin Luna en el cielo, un cielo por lo tanto más oscuro) fue estupendo.
Pero, como os comentábamos hace unos días, en el Planetario hemos decidido que el día 12 no deje de tener sus estrellas fugaces, con una programación especial de
UNA TARDE DE PERSEIDAS, con el espectáculo
LA ESTRELLA FUGAZ y la sesión de planetario para peques
LAS NOCHES DE LAS PERSEIDAS. Hoy martes 12 de agosto, a las 19.30.
Las Perseidas, cada año... por agosto
El pico de esta corriente de meteoros anual se espera para la noche del 12 al 13 de agosto (desde las 19 horas del 12, de hecho, y hasta las 8 horas del miércoles 13, según
nos cuentan desde SOMYCE). Y sabemos que los picos de estas fugaces merecen la pena porque pueden producir tasas elevadas, es decir, que en unos pocos minutos podemos ver varias. Es cierto que ya desde el 18 de julio podemos ver Perseidas por el cielo. Y que seguirán con nosotros hasta el 24 de agosto. Pero pasa siempre cerca del día de San Lorenzo, que pasamos por la zona más densa y tenemos las mejores noches... si no fuera por la Luna, que hace dos días estaba llena y ahora podemos verla al final de la noche, precisamente el mejor momento para
perseidear... La luz lunar nos hace perder contraste y por eso, la percepción es que el brillo de un meteoro disminuye en un factor 3 aproximadamente. Así, nos perderemos las más débiles, y las más brillantes no nos lo parecerán tanto.
Y qué es eso de las Perseidas, por cierto...?

Las conocemos a menudo como "lágrimas de San Lorenzo" y decimos que son "estrellas fugaces". Y aunque no sean ni lágrimas ni estrellas, aunque no se les pida deseos, merece la pena observarlas y descubrir algunas curiosidades sobre estos meteoros de agosto. Bueno, de julio y de agosto, mejor dicho...
... porque realmente se pueden observar meteoros asociados a las Perseidas desde mediados de julio y hasta la última semana de agosto. Es cierto que cerca de San Lorenzo se ven más, y de ahí la asociación entre la fiesta del calendario y las estrellas que no son estrellas. No son estrellas porque son pedacitos de cometa que se volatilizan en nuestra atmósfera, produciendo una fluorescencia luminosa, que es lo que vemos y que sí, realmente es fugaz, porque habitualmente dura menos de un segundo.
Estos fragmentos son muy pequeños, más pequeños que los granitos de polvo, del que no conseguimos nunca meter en el recogedor cuando barremos. Entran en la alta atmósfera a gran velocidad: unos 59 km/s, que equivalen a 212.000 kilómetros por hora. A esa enorme velocidad incluso a 100 km de altura, con la atmósfera tan tenue de la ionosfera, son capaces de calentarse mucho y provocar más ionización, una traza que se desexcita emitiendo la característica luz de las fugaces, que a veces muestra colores diferentes también debido a que el granito de cometa se incendia literalmente. Esa luz es lo que llamamos "estrella fugaz", que realmente es un meteoro, es decir, algo que sucede en nuestra atmósfera, no en el espacio fuera de la Tierra.
El origen de ese polvo sí es extraterrestre, sin embargo: pertenecieron esos granitos de polvo a un cometa, el número 109 de los cometas periódicos, llamado
P109/Swift-Tuttle, descubierto en 1862 de forma independiente por los dos astrónomos que le han dado su nombre: Lewis Swift y Horace P. Tuttle. Este cometa, que sigue una órbita elíptica alrededor del Sol con un periodo de unos 135 años, deja a lo largo de esa órbita material que se escapa de su núcleo cuando se acerca al Sol. De esta manera, en toda su órbita existe una serie de zonas con material, a veces más densamente pobladas, otras menos (se denominan "corrientes de meteoros"). La Tierra, del 17 de julio al 24 de agosto, pasa por esa región del cielo cercana a la órbita del Swift-Tuttle, y nos llevamos por delante este material cometario. Ni que decir tiene que justo hacia el 12 de agosto es cuando pasamos más cerca de la zona más densamente poblada de esa corriente de meteoros, y de ahí que algunas veces se hayan llegado a contar tasas de cientos de fugaces por hora.
Las
Perseidas siempre son apasionantes, especialmente si aprovechamos la noche para darnos cuenta de qué necesario sigue siendo defender el derecho a un cielo oscuro en la noche, que realmente nos permita ver el cielo (las más tenues fugaces se pierden con el resplandor de la contaminación lumínica, y la misma Luna) y que, de paso, sea consecuente con el ahorro energético y con los fines de las farolas, que es iluminar el suelo cuando hace falta iluminarlo.
En la Internet hay mucha información útil para los aficionados a observar la más famosa de las lluvias anuales de meteoros (no la única, que son muchas a lo largo del año), pero te recomendamos, por si quieres además colaborar en las observaciones y recuento de meteoros, visitar la página de la
Sociedad de Observadores de Meteoros y Cometas de España (SOMYCE) donde puedes encontrar información muy útil, con datos y recomendaciones para facilitar la observación, la medida y la fotografía o grabación en vídeo de tus observaciones.
¿Y el nombre de Perseidas?

Los meteoros se pueden ver por todo el cielo, aunque debido a que la trayectoria de los fragmentos del Swift-Tuttle y la órbita de la Tierra tienen unas posiciones determinadas en el espacio, nos da la sensación de que las trazas que hacen en la atmósfera convergen en una región del cielo.
Los astrónomos la denominan
radiante, y es característico para cada corriente de meteoros que tenemos a lo largo del año (son varias decenas de ellas, por cierto...). En el caso de estas de agosto, el radiante está en la constelación de Perseo. En la imagen que ves a la izquierda, y que pertenece a la IMO, se marcan las posiciones de ese radiante, que van variando a lo largo de los días.
Ese punto se mueve por la zona septentrional de la constelación de Perseus (Perseo), y al sur de Cassiopeia (Casiopea). Es una zona que podemos localizar fácilmente en el cielo, se ve estas noches mejor a partir de medianoche en la región noreste, y va subiendo sobre el horizonte conforme pasa la noche. Por eso se ven mejor las Perseidas al final de la noche.
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Las constelaciones de Perseo y Casiopea desde Rostock, Alemania. Foto: AdreKo (WikiMedia)[/caption]
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