21/06/2015
NOTA:
En EL PAÍS / MATERIA han recogido hoy mismo esta historia solsticial del blog del Planetario en su portada. Muchas gracias, es todo un honor.
¡Verano astronómico!

Hoy es el día más largo, es decir, en el que más horas el Sol está por encima del horizonte. El día, realmente, mide 24 horas siempre (salvo cuando, como pasará el próximo 30 de junio, se introduce un segundo de más para corregir la lenta pero inexorable ralentización de la rotación de nuestro planeta). Pero como llamamos también "día" (y su antónimo, "noche") a la parte del día en que el Sol luce, es cierto que a lo largo del año vamos viendo días más cortos y más largos. El cambio es suave, en el mejor de los casos unos 4 minutos de diferencia entre un día y el siguiente, algo se sucede más cuando días y noches son parecidos en duración, al comienzo de la primavera y del otoño. Y aunque a lo largo de estas semanas apenas hemos notado que el día se fuera alargando más, porque de hecho el Sol se iba parando también en su camino hacia el norte, ha llegado a su culmen. Exactamente lo hace a las 18:38 en hora civil peninsular.
¿Que el Sol se mueve al Norte?

Salvo algunos despistados
que contestan equivocadamente a las encuestas sobre percepción social de la ciencia y algunos (pocos afortunadamente) fundamentalistas religiosos, sabemos desde pequeños que es la Tierra la que se mueve, no como se creyó durante muchos siglos. Aunque la sensación que tenemos es que el Sol sale por el este cada mañana, sube por el cielo hasta culminar al mediodía sobre el meridiano, marcando el sur, y cae durante la tarde hasta el ocaso, todos hemos asumido que la visión adecuada de ese movimiento celeste, del que también participa el firmamento estrellado, también girando de este a oeste durante la noche, es que vivimos en un planeta que está rotando sobre su eje.
Y luego está la revolución anual, esa órbita que la Tierra y los demás planetas, y también los cometas y los asteroides y las naves espaciales que viajan por el Sistema Solar, participan de ese movimiento provocado por la atracción gravitatoria. El movimiento anual, junto con el movimiento diurno, explican la sucesión de los días y también las estaciones.
Porque el plano orbital de la Tierra, la
eclíptica, no coincide con el plano ecuatorial de la rotación. Y esto hace que, visto desde la Tierra, unas veces el Sol esté por encima del ecuador. Precisamente esto pasa desde el comienzo de la primavera, que el Sol ha ido colocándose más al norte del Ecuador, llegando justo ahora, en el solsticio de verano, a su punto más septentrional. A partir de hoy irá volviendo a acercarse al Ecuador, y lo cruzará el día 22 de septiembre, el equinoccio que marcará el comienzo del otoño.
Norte y Sur
Ni que decir tiene que estamos hablando del hemisferio norte, porque en el sur pasa justo lo contrario: desde el 20 de marzo, cuando el Sol se colocó en el Ecuador celeste, han vivido días más y más cortos y hoy tienen el día más corto del año.

Es así este mismo día del solsticio que marca el comienzo del verano en el hemisferio norte, el que por el contrario resulta el día más corto en el hemisferio sur. En las regiones andinas hoy celebran el
INTI RAYMI, la fiesta del nacimiento del dios Sol que nosotros conmemoraremos dentro de 6 meses en nuestra navidad... ¿No es curioso cómo un mundo redondo y orbitando en torno a una estrella amarilla es percibido de forma tan diferente?
¿No era el 21 de junio, o el 22, o...?
El mundo no es tan sencillo como algunos creen, pero no deja de tener su regularidad. Una órbita terrestre, la duración de la revolución anual, es equivalente a algo menos de 365 y un cuarto de rotaciones terrestres (o sea, de días). Por eso en el calendario gregoriano se corrige ese cuarto de día introduciendo cada cuatro años un día extra: el 29 de febrero de los años bisiestos, precisamente. Bueno, la corrección gregoriana además elimina 3 días bisiestos cada 4 siglos, para arreglar eso que decíamos de "un poco menos de un cuarto"...

La cosa es que año a año va cambiando el momento preciso en que el Sol pasa por el punto más septentrional, que corresponde a una distancia angular del Ecuador igual a la inclinación de los dos planos, el ecuatorial y el eclíptico, un ángulo que es 23,5 grados y que llamamos (los astrónomos somos gente muy de dar nombres precisos, pero no más que los médicos o los abogados y a ellos no les echáis la bronca tanto...)
oblicuidad de la eclíptica. La duración de cada estación, la velocidad orbital de nuestro planeta, todos los parámetros físicos, no cambian. Pero nuestro calendario si. Por eso, si el año pasado el solsticio de verano se produjo el día 21 de junio a las 12:51, este lo hace a las 18:38, y el que viene, que será bisiesto, hace que la fecha se traslade al 20 de junio a las 00:34. En 2017 será también el día 20, pero cinco horas y pico antes.
De esta manera, cada año la hora e incluso el día de entrada de las estaciones cambia. El verano puede oscilar entre el 20 y el 23 de junio. En cualquier caso, mucha gente, con eso de que la fiesta de comienzo del verano más popular es la de San Juan, con sus hogueras, que se celebra el 24, se cree que realmente el día más largo aún no ha llegado. Pues no: las hogueras serán dentro de unos pocos días, pero HOY sí es el día más largo.
La órbita elíptica del Sol (que no causa las estaciones)
Suele mucha gente pensar erróneamente que la causa de las estaciones no es el que debido a ese cambio de posición del Sol cambien las horas de insolación y la altura del Sol (es decir, el ángulo de incidencia es mayor: los rayos solares nos caen más
a plomo) sino que la órbita de la Tierra en torno al Sol sea una elipse: unas veces estamos más cerca y hace más calor, y otras más lejos y hace menos. Notemos que esta idea errónea no explica por qué ahora estamos en verano en el norte pero en invierno en el sur y viceversa (cosa que si solo fuera cuestión de estar cerca o lejos del Sol no se produciría...)
Un poco más abajo reproducimos una imagen como las que suelen aparecer en los libros de texto para explicar la órbita de la Tierra en torno al Sol. Es una elipse con el Sol en un foco, ciertamente, como describió Kepler con sus leyes del movimiento planetario. Pero muy exagerada. Y para colmo, el Sol y la Tierra están más cerca (el perihelio de nuestra revolución) en pleno invierno. Y ahora estamos más lejos.
Lo contábamos en el blog hace seis meses, en una historia que titulamos: "
Bienvenido invierno". Reproducimos de nuevo unos párrafos:
...las cosas del cielo no son siempre tan sencillas, y a ello contribuye que los movimientos que están implicados en esto de las estaciones son un poco más complejos de lo que parece. Todos sabemos (nos lo han contado muchas veces en el cole, y lo hemos repetido una y otra vez) que la Tierra orbita en torno al Sol describiendo una órbita elíptica, con el Sol en uno de sus focos. Es lo que dedujo Johannes Kepler hace 4 siglos. Cierto es que la revolución terrestre es muy cercana a una circunferencia, es decir, que la excentricidad (lo "ahuevado") de nuestra órbita es baja. Esto hace que realmente la distancia entre la Tierra y el Sol no varíe mucho, nada parecido a esos dibujos que solían aparecer en los libros de texto y donde la órbita de la Tierra parecía más la de un cometa...
En el momento más cercano al Sol (el perihelio), la Tierra está a 147 millones de kilómetros de su estrella. Y en el momento más alejado (el afelio), a 152. Unos 5 millones de kilómetros, que parece mucho, pero que es un 1,39% en relación a la distancia que nos separa del Sol. Hay mucha gente que cree erróneamente que es esta distancia cambiante entre la Tierra y el Sol la que produce las estaciones, pero no es así. De hecho, el perihelio lo alcanzamos precisamente los primeros días de enero, y el afelio los primeros días de julio.
El camino del Sol
El año pasado, dentro del proyecto #TimeInACan, muchos amigos del Planetario realizaron un experimento fotográfico: obtener una heliografía o solarigrafía, un registro de cómo el tiempo pasaba a lo largo de MEDIO AÑO, justo desde el solsticio de verano (el día más largo) al de invierno (el día más corto). Hablamos de ese proyecto
aquí por si quieres saber algo más, pero queremos rescatar una de las imágenes que se obtuvieron porque nos sirve para contarte cómo vemos el Sol hoy y cómo iremos viéndolo durante todo este próximo verano y otoño.

El camino aparente del Sol marca esas trazas azuladas. La más alta corresponde al momento del solsticio de verano y la más baja al del invierno. La óptica de esta cámara estenopéica es como de granangular, cubriendo casi desde el Este al Oeste y con la parte más alta de la curva indicando el Sur. Pero podemos ver cómo cambia el camino del Sol (también podemos comprobar cómo la línea a veces quedó interrumpida un rato por la presencia de nubes, o cómo algunos días no aparecen porque estuvo todo el día nublado...)
¿Tienes alguna duda sobre el solsticio (o sobre otra cosa)? Escríbenos y te lo contaremos por aquí
Ya lo sabes, si quieres que te contemos más historias sobre los solsticios, por favor, escríbenos a
consultas@pamplonetario.org y lo iremos colocando por nuestro blog.
Mientras tanto, ¡feliz verano!
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