Junto con el inicio de 2020 SATuhaitz ha comenzado a rodar hacia la zona de lanzamiento. Primeramente, equipo se ha reunido para actualizar sus objetivos respecto a los del año anterior y encontrar un nuevo reto en el diseño y desarrollo de las misiones que el satélite llevará a cabo.
La Agencia Espacial Europea (ESA) organizadora del concurso obliga a que todos los equipos midan la temperatura y la presión de la atmósfera durante el vuelo, sin embargo, la misión secundaria es libre y esta vez aprovechando que las compañeras procedentes de NavarraBG tienen un amplio conocimiento en biología, se ha decidido que la pequeña lata de SATuhaitz tome cartas en el asunto del cambio climático y ayude a mitigar sus efectos promoviendo la reforestación.
Por eso mismo, durante las primeras sesiones el equipo de ha estado documentando y ha investigado las condiciones en las que se encuentran los distintos árboles ubicados en la geografía de Navarra. La temperatura, humedad, presión… son parte de los parámetros que el cansat medirá durante el vuelo para determinar si es posible reforestar en la zona donde aterrice.
Además, se ha comenzado el proyecto aprendiendo a diseñar en 3D para más adelante realizar un prototipo del cansat una vez se empiece con la programación del hardware.