Bienvenido, Otoño (boreal) - Bienvenida, Primavera (austral)

23/09/2015 En la serie incompleta de comienzos de las estaciones que hemos venido haciendo este último año nos habíamos dedicado a los solsticios, más ricos en fiestas en todas las culturas, y habíamos dejado injustamente de lado a los equinoccios. Y eso no puede ser. Por eso, para conmemorar el comienzo del otoño en el Hemisferio Norte, el día 23 de septiembre a las 10:21 hora de Pamplona, es decir a las 8 horas y 21 minutos de Tiempo Universal, nos marcamos una bienvenida a la nueva estación en nuestro blog. En ella hablaremos de lo efímero y lo que parece eterno. Pasaremos un rato aprovechando que hoy el día y la noche tienen la misma duración...  
(Si quieres comenzar por nuestro "Bienvenido, Invierno" o seguir por el evidente "Bienvenido, Verano", no tienes más que pulsar en los enlaces)
[caption id="attachment_2718" align="alignleft" width="799"]Collage idea and original combination by Predavatel) - Spring in Switzerland author: BenHur (GFDL) Summer in Poland author: Nova (GFDL) Autumn in the United Kingdom author: Jongleur100 (CC-zero) Winter in Germany author: SpaceJ (GFDL) Collage idea and original combination by Predavatel) - Spring in Switzerland author: BenHur (GFDL) Summer in Poland author: Nova (GFDL) Autumn in the United Kingdom author: Jongleur100 (CC-zero) Winter in Germany author: SpaceJ (GFDL)[/caption]

Efemérides

Una de las palabras más bellas y menos conocidas. Y que siempre suscita dudas sobre si se usa en singular o plural, o es indiferente. Efeméride, cuenta el Diccionario de la Real Academia Española, es un acontecimiento notable que se recuerda en cualquier aniversario de él. Y también la propia conmemoración de dicho aniversario. Es decir, nuestro nacimiento es una efeméride, o el día de la fiesta de tu pueblo. En plural, y seguimos a los académicos, hace referencia a un "libro o comentario en que se refieren los hechos de cada día" y a los "sucesos notables ocurridos en la fecha en que se está o de la que se trata, pero en años anteriores". Solemos para esto mencionar nuestra agenda o echar mando del dietario donde anotamos los sucesos previstos y realizados. Hay quienes escriben también su diario. Esos son efemérides. Y también son efemérides las anotaciones de las agendas o calendarios donde se hacen constar qué hechos notables sucedieron "tal día como hoy". Si se nos permite, la mención a que tales sucesos notables corresponden a "años anteriores" parece superflua: no somos, que se sepa, capaces de recordar los hechos futuros. En cualquier caso, el Diccionario hace mención expresa a las "efemérides astronómicas":
Libro en que se anotan anualmente las coordenadas de los planetas y de las estrellas fijas, respecto a la Eclíptica y al Ecuador, así como los eclipses, distancias lunares, ecuaciones de tiempo y otros elementos necesarios para los cálculos puramente astronómicos y para los marinos de situación.
¡Impresionante! Posiblemente es la definición de una palabra en castellano con más terminología astronómica de las que contiene el Diccionario de la Real Academia de la Lengua. Y solo explicar cada término podría llevarnos un rato. Así que os la dejaremos como trabajo. Las efemérides son así testimonios relativos a un día (aunque a veces en una misma anotación de las efemérides astronómicas, por ejemplo, la referida a un eclipse, se pase de día... pero es una cuestión menor). Por otro lado la etimología del vocablo es interesante también, pues proviene de ephemèris, ephemèrides en latín y ????????, ?????????? en griego, diario, diarios. La raíz es la misma que la de efímero (originalmente aquello que duraba un día). Y también las efímeras, o cachipollas, son un orden de insectos alados (Ephemeroptera) muy antiguo en la historia evolutiva de nuestro planeta, con más de 300 especies, cuya vida adulta es muy breve, incluso menos de un día, y por ello recibieron ese nombre. (Bocaccio escribió el "Decamerón", cuyo título hacía referencia, con la misma etimología, a los 10 días en que se narraban las historias que los componían. Y no olvidemos las hemerotecas, palabra con la misma raíz émeros, es el lugar donde archivamos y catalogamos los diarios y otras publicaciones periódicas.) efemeroptero fotografiado por Fritz Geller-Grimm - Trabajo propio Así que tenemos lo efímero, lo diario, lo notable y cómo lo registramos para conocerlo. Sea pues, hablaremos de las efemérides, y de los cálculos que desde la más remota antigüedad han hecho los astrónomos para disponer de tablas que permiten recoger esas posiciones de los objetos celestes. Las efemérides que durante un tiempo también se llamaron "tablas astronómicas". Históricamente, de entre las más conocidas destacan las Tablas Alfonsíes, compiladas a iniciativa del rey Alfonso X el Sabio y que muestran las observaciones realizadas en desde Toledo entre el 1 de enero de 1263 hasta 1272, consignando, como hacen las efemérides, las posiciones y de los respectivos cuerpos celestes. En alguna otra ocasión en el Planetario hemos hablado de las enormes contribuciones al saber de este rey y su escuela de Toledo... pero esta vez deberemos contentarnos con esta mención y recuerdo. tablas_alfonsies  

Las estaciones

Dentro de las efemérides astronómicas habituales destacan las que marcan el comienzo de las estaciones, que corresponden a los pasos extremos de la trayectoria aparente que el Sol hace durante el año: el momento más meridional o solsticio de diciembre (de invierno en el Hemisferio Norte, de verano en el Sur); el momento más septentrional o solsticio de junio (de verano en el Hemisferio Norte, de invierno en el Sur); y los dos equinoccios, cuando el Sol se coloca sobre el Ecuador celeste. Visto desde la Tierra, que es como vemos las cosas del cielo, el Sol recorre una línea en el cielo, la eclíptica, inclinada poco más o menos 23,5 grados con respecto al Ecuador. mapaequinoccial Solemos pintarlo con gráficos como el anterior, que hemos encontrado por la red en una página dedicada a la astronomía desde la Catedral de Sigüenza (el enlace pinchando en la imagen), donde se hace una proyección del firmamento en coordenadas ecuatoriales al estilo de la proyección Mercator de los mapas del mundo. En la región donde en un mapamundi de este tipo colocaríamos el Polo Norte está, claro, el Polo Norte Celeste, junto a Polaris, la estrella Polar o Navigatoria. Y en la línea horizontal central se desarrolla todo el Ecuador celeste. La Eclíptica es una curva sinusoide en torno al Ecuador, donde vemos bien los momentos extremos y medios. Como comentábamos hace un tiempo por aquí, en 2014, dentro del proyecto #TimeInACan, muchos amigos del Pamplonetario realizaron un experimento fotográfico: obtener una heliografía o solarigrafía, un registro de cómo el tiempo pasaba a lo largo de MEDIO AÑO, justo desde el solsticio de verano (el día más largo) al de invierno (el día más corto). Hablamos de ese proyecto aquí por si quieres saber algo más, pero queremos rescatar una de las imágenes que se obtuvieron porque nos sirve para contarte cómo se traduce esa posición a lo largo del año del Sol tal como lo vemos. 17 SolaNavarraItziarAlforjaRetCrop1000px El camino aparente del Sol marca esas trazas azuladas. La más alta corresponde al momento del solsticio de verano y la más baja al del invierno. La óptica de esta cámara estenopéica es como de granangular, cubriendo casi desde el Este al Oeste y con la parte más alta de la curva indicando el Sur. Pero podemos ver cómo cambia el camino del Sol (también podemos comprobar cómo la línea a veces quedó interrumpida un rato por la presencia de nubes, o cómo algunos días no aparecen porque estuvo todo el día nublado...) Evidentemente, cada día hace el Sol una traza comenzando por la izquierda de la imagen (el oriente o levante) y acabando por la zona diestra (el poniente u occidente).  

Días en que entran las estaciones en 2015 y 2016

El Real Observatorio de la Armada nos proporciona en sus efemérides los cálculos de las posiciones del Sol, de donde se obtiene esta tabla del comienzo de las estaciones de 2015 y 2016
COMIENZO DE LAS ESTACIONES 2015
ESTACIONES FECHA
Horas de Tiempo Universal (UT)
Primavera 20 de Marzo a las 22:45
Verano 21 de Junio a las 16:38
Otoño 23 de Septiembre a las 08:21
Invierno 22 de Diciembre a las 04:48
COMIENZO DE LAS ESTACIONES 2016
ESTACIONES FECHA
Horas de Tiempo Universal (UT)
Primavera 20 de Marzo a las 04:30
Verano 20 de Junio a las 22:34
Otoño 22 de Septiembre a las 14:21
Invierno 21 de Diciembre a las 10:44


No son siempre las mismas fechas: cosas del calendario

El tiempo que tarda nuestro planeta en completar una revolución alrededor del Sol es lo que llamamos año (año trópico, para ser más exactos). Y no es un número exacto de días, porque supera a los tradicionales 365 días en algo menos de un cuarto de día. GEO_GlobePor cierto, ¿a qué llamamos día exactamente? Bien, parecemos excesivamente simples porque todos sabemos que un día es una rotación de la Tierra. 24 horas, de 60 minutos cada una, siendo cada minuto un conjunto de 60 segundos. Esto quiere decir que un día tiene 24x60x60 segundos, es decir 86.400 segundos cada día (a veces a un día le colocamos un segundo de más, como sucedió hace unos meses y contamos por aquí). Pero al contar esos segundos nos referimos al tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta no con relación a las estrellas, sino con relación al Sol. Dicho en plan intuitivo: el día es el día solar, el tiempo que tarda en repetirse el momento de mediodía en que el Sol está sobre el meridiano. En la entrada anteriormente mencionada, El día más largo: 86401 segundos, lo explicábamos con más detalle. Con ese día en mente, nuestro planeta da, como comentábamos 365 1/4 vueltas en el tiempo en que recorre la órbita solar. Y vuelta a empezar. Lo que pasa es que los calendarios los hacemos con un número entero de días, no con fracciones de día. Y de ahí viene que los calendarios solares hayan debido incorporar correcciones, porque si no el año empezaría cada vez un poco antes y no daría tiempo en esos 365 días para terminar la revolución. Y al año siguiente otro poco más y luego otro poco más... Una complicación, porque de repente el mes de marzo empezaría a darse en febrero, (en menos de una década pasaría eso). Y luego en enero, etcétera... En tiempos del emperador romano Julio César, en el 46 aE (antes de nuestra Era), se introdujo un calendario que corregía la excesivamente corta duración del año duplicando un día, en concreto el sexto día antes de las calendas de marzo (que correspondían con el equinoccio de priavera). Ese sexto día repetido, o bis sextus, hacía que ese año tuviera 366 días. De esta manera, cada 4 años, ese año bisiesto (de ahí el nombre) mantenía aproximadamente la duración de la órbita terrestre bien controlada. Esa es la base del calendario juliano, que estuvo en funcionamiento hasta la reforma gregoriana (que viene a solucionar mejor el problema de la duración del día y del año, al corregir eso que comentábamos de que el año dura 365 días y un poco menos de un cuarto. Como la reforma juliana pone un cuarto exacto, ese defecto se iba sumando año a año y al cabo de unos siglos creaba diversos problemas, que se arreglaron a partir de 1582 con la reforma del papa Gregorio XIII. En efecto, había nacido el calendario gregoriano, que es el que usamos habitualmente. Pero dejemos esto y volvamos a la cuestión de los años bisiestos y el comienzo de las estaciones. Si pudiéramos pintar la órbita de la Tierra y marcar dónde está nuestro planeta cada día veríamos que, moviéndose a unos 30 km/s recorre casi 943 millones de km al cabo del año. Habremos pintado al final 365 marcas, pero no habremos llegado aún, quedando esa distancia equivalente (de manera aproximada) a un cuarto de la distancia recorrida en un día. Pues bien, ese defecto es el que hace que de un año a otro los días de comienzo de las estaciones vayan atrasándose un cuarto de día. Esto provoca que a veces se empieza el otoño un 22 de septiembre y otros años, como el 2015, un 23. No es problema, en cuanto llegue un año bisiesto, al duplicar ese día anterior a las calendas de marzo, que es el 29 de febrero de nuestro actual calendario, corregimos ese retardo y adelantamos de golpe lo que habíamos perdido en los 3 años anteriores. En efecto, 2016 es bisiesto y el otoño del Hemisferio Norte llegará el 22 de septiembre de nuevo.   revolucion-terrestre-en-google

Los equinoccios, ¡al fin!

Si miramos en un buscador las imágenes sobre la órbita de la Tierra suelen aparecer elipses un tanto exageradas, como las que hemos puesto ahí arriba. Lo cierto es que la órbita de la revolución terrestre es a simple vista una circunferencia: su excentricidad es baja. Y esto, como ya hemos comentado en otras ocasiones hace que el factor de la distancia al Sol no sea el que marca las diferentes estaciones. Es la inclinación del eje de la Tierra con respecto a la órbita, ese ángulo de unos 23 1/2 grados que diferencian la Eclíptica del Ecuador el causante de que a lo largo del año y visto desde la Tierra, el Sol aparezca por encima o debajo del Ecuador. Esto tiene que ver con la duración del día. Pensemos por el momento en el Hemisferio Norte donde está Pamplona y nosotros en el Planetario también. Desde el equinoccio de marzo el Sol está más al norte que el Ecuador y se verá más tiempo sobre el horizonte (los días son más largos que las noches). Igualmente el Sol sale más al Norte que el Este y se pone más al Norte que el punto cardinal Oeste. En el solsticio de junio, al comienzo del verano, el Sol se coloca sobre el Ecuador celeste en su punto más septentrional, siendo así ese el día más largo y el comienzo del verano. Desde entonces el Sol irá acercándose de nuevo más al Ecuador. Y en el equinoccio de septiembre, precisamente, lo alcanzará de nuevo. El Sol saldrá exactamente por el Este y se pondrá por el Oeste, y medio día está por encima del horizonte y otro medio por debajo (salvo unos minutos por culpa de la refracción, pero no queremos complicar demasiado las cosas...). Por eso la noche y el día, como pasó en marzo, se han igualado. Y de aquí la etimología de la palabra, del latín aequinoct?um, que tiene aequo, igual y noctium, noche. Y así tenemos el día de hoy. El 23 de septiembre de 2015, justo a las 10:21 a la hora de Pamplona (8:21 de Tiempo Universal) el centro del Sol estará justo sobre el Ecuador Celeste, en el punto equinoccial llamado "de Libra", porque marca el comienzo del signo astrológico de la Balanza. Que está, y esto es otra historia que contaremos otro día con más tiempo, en la constelación de la Virgen, Virgo. La culpa es del fenómeno denominado precesión de los equinoccios. Por supuesto, este mismo momento del año marca, para el habitante del Hemisferio Sur, el momento en que finaliza el invierno y comienza la primavera. El mismo 23 de septiembre tenemos en las regiones austales el equinoccio de primavera. Y allí comenzarán a ser los días más largos que las noches, justo al contrario que en las regiones boreales. Ah, no terminaremos sin decir algo obvio: que si estás justo en el Ecuador la noche y el día se igualan siempre. Hay muchas más historias sobre los equinoccios, pero las iremos contando en otras ocasiones. Ahora, ya saben, nos quedan tres meses de otoño con los que disfrutar. Otoño boreal, por supuesto. Que lo disfruten.    

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